¿Cuál es el futuro de la Convención Constitucional si gana Kast o gana Boric?

Chile se debate entre la social democracia y la derecha extrema. La vida de todos girará hacia uno u otro lado después de este domingo, ¿cuál será el giro que tendrá la Convención tras elegir presidente al próximo presidente?


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“Hoy se funda un nuevo Chile plural, plurilingüe, con todas las culturas, con todos los pueblos, con las mujeres y con los territorios. Ese es nuestro sueño para escribir una Nueva Constitución”, finalizaba su discurso la convencional mapuche, Elisa Loncon, al asumir la presidencia de la Convención Constitucional en la sesión inaugural del 4 de julio.

Han pasado 167 días desde aquel instante, cuando poco antes de las 3:30 de la tarde y después de dos votaciones, Loncon era elegida como la presidenta del órgano que se encargaría de redactar una Nueva Constitución para Chile, con 96 votos de los 155 constituyentes que integraban la Convención.

Los sueños de Elisa Loncon aún siguen intactos y luego de saber los resultados de la primera vuelta presidencial, la académica tuiteó: “La Convención Constitucional se ha erguido para plasmar los anhelos que por años clamó Chile en las calles: pensiones, democracia, justicia y dignidad. Es importante defender la Convención”.

El mensaje de la presidenta de la Convención era claro: con miras a una segunda vuelta presidencial hay que tener en cuenta que independiente de quien sea elegido presidente de la República, el proceso constituyente debe defenderse y continuar su trabajo.

Incluso, la misma mesa directiva de la Convención, al día siguiente de los comicios, emitió un comunicado. Sin analizar los resultados electorales, le piden a ambos candidatos que pasaron a segunda vuelta comprometerse con “esta enorme labor que es escribir la Carta Magna que guiará nuestros destinos por las próximas décadas. Una nueva Constitución para todas y todos los chilenos. Una Constitución que nos una poniendo en el centro la dignidad de las personas y que garantice la paz social erradicando cualquier forma de desigualdad y violencia”.

Y es que al igual que Elisa Loncon y la mesa directiva, las chilenas y chilenos también sabemos que no da lo mismo quien gobierne, sobre todo pensando en el trabajo de la Convención, la redacción de una Nueva Constitución, el plebiscito de salida y la eventual implementación de la nueva Carta Magna.

Los dos candidatos que se enfrentan este domingo en el balotaje han expresado públicamente que dejarán trabajar a la Convención, pero, ¿qué tan cierto es?

A pocas horas de las elecciones presidenciales más importantes e inciertas desde el retorno a la democracia, nos preguntamos: ¿cuál de los dos candidatos da más garantías para que la Convención Constitucional pueda terminar su trabajo sin impedimentos ni boicot? ¿Cual es el futuro de la Convención con uno u otro candidato? Estos podrían ser los escenarios futuros posibles, probables y preferibles de la Convención y la nueva Constitución.

Los presidenciables y la Convención

Uno firmó el Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución, aquel 15 de noviembre de 2019, y el otro estuvo en contra. Uno estuvo a favor por redactar una Nueva Constitución y voto Apruebo. El otro votó Rechazo para mantener la Constitución de 1980. Uno quería una Convención, independiente si esta fuera mixta o sin parlamentarios. El otro ni siquiera estaba de acuerdo con la existencia de este órgano.

Las diferencias entre ambos candidatos son significativas. En gran parte de los temas lo que quiere uno, el otro lo rechaza, y sólo en pocas cosas llegan a acuerdos. A sólo días de la primera vuelta presidencial, ambos candidatos sostuvieron que iban dejar que la Convención trabajara y terminara su proceso de redactar una Nueva Constitución.

Es de público conocimiento que Gabriel Boric anhela una nueva carta magna para Chile y desechar de una vez la redactada en dictadura, como también, que José Antonio Kast ha hecho campaña en contra de la Convención desde su implementación, incluso llegando a tuitear informaciones falsas como que se había excluido “República de Chile” de la Constitución.

Sin embargo, en una conferencia con corresponsales extranjeros, Kast afirmó que él era una “persona demócrata” y que siempre respetaría la “voluntad popular”. “La relación con la Convención Constituyente tiene que ser democrática y respetando todos los marcos legales que los chilenos dieron. Aquí se hizo un plebiscito, se hizo una elección, se eligieron a los constituyentes y ellos merecen todo el respeto para poder ejercer bien sus funciones”, declaró.

A pesar de que ambos candidatos se encuentran aparentemente alineados con la Convención, aún hay personas que no están muy convencidas de qué pasara con el proceso constituyente ante el triunfo de uno de los dos candidatos. Los puntos de vista son diferentes y en ambos lados apuntan a lo terrible que sería que el candidato contrincante triunfara en la segunda vuelta presidencial.

La convencional Patricia Politzer, por ejemplo, aseguró que “si Kast llega a Presidente, los problemas (de la Convención) se convertirían en permanentes”. El convencional Benito Baranda aseveró que Gabriel Boric “es el único candidato que ha apoyado el proceso constituyente, siendo parte desde un inicio del Acuerdo por la Paz”. Mientras en el lado contrario, la convencional Marcela Cubillos, afirmó que “si gana Boric, la Convención podría decidir que se repita la elección del Congreso el próximo año”.

En ninguno de sus programas, ni en el de primera vuelta “Atrévete Chile” ni en el de la segunda vuelta “Plan par el futuro de Chile”, José Antonio Kast menciona o hace referencia a la Convención Constitucional, a los convencionales o al proceso constituyente. Por su parte, Gabriel Boric ni en su primer programa de Gobierno, ni tampoco en sus anexos posteriores “Acuerdo de Implementación Programática” y “Un crecimiento sostenible y equitativo para el corto y mediano plazo”, se refiere a este tema.

¿Qué podría pasar con uno u otro candidato?

Para Luis Jiménez, administrador público y académico de la Facultad de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central de Chile (UCEN), “si José Antonio Kast fuese el presidente habría que esperar una profundización no sólo en el otorgamiento de los recursos, sino también en lo comunicacional”, profundización en lo que respecta a la campaña de desprestigio que el actual Gobierno de Sebastián Piñera ha llevado contra la Convención tanto en ámbitos de recursos financieros, infraestructura y comunicación.

Según Jiménez, Kast continuaría con esta estrategia de boicot, siendo probable que continúe “avalando toda clase de noticias, muchas de ellas chequeadas como falsas”.

Elección mesa convención
Loncón y Jaime Bassa tras haber sido elegidos como presidenta y vicepresidente de la Convención. CRISTINA DORADOR

Por su parte, Rafael Pizarro, jefe de carrera de Administración Pública de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), considera que es evidente que Kast se encargará de boicotear el proceso constituyente, pues “él no cree en este proceso, no lo votó, no estuvo de acuerdo y tampoco apoyó su fórmula. Además, que su partido es contrario a este proceso”.

Si José Antonio kast llegara a ser el presidente de la República, tendría mucho más poder para desprestigiar a la Convención. “Podría boicotear su funcionamiento mediante los aspectos administrativos, dándole menor premura a sus requerimientos y restringiendo los prepuestos. Generando las acciones políticas y la capacidad del Gobierno para no contribuir al avance de la Convención”, afirma Pizarro.

«Con Gabriel Boric será mas fácil. Es más, este presidente daría un mayor realce al proceso. Se generará una relación mucho mas positiva y fluida entre Ejecutivo y Convención.»

— Rafael Pizarro, jefe de carrera de Administración Pública de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).

Según el administrador público de la UTEM, la Convención podría generarle ciertas incomodidades a Kast en algunos temas, como “que se extienda en los tres meses que está establecido, le incomodaría la forma de presentar la propuesta de Constitución, además de un sinnumero de cosas”. Y para Jiménez “el caso de los derechos de propiedad es un contenido muy incomodo para JAK, no sólo en temas de aguas y suelos, también en lo previsional”.

En el caso de Gabriel Boric, el académico de la UCEN sostiene que lo que podría llegar a incomodarle es “que la Convención Constitucional decidiera llamar a elecciones anticipadas y acortar su mandato, aun cuando este punto quedó clarificado luego de declaraciones similares de su vicepresidente”.

Para Pizarro, el candidato de Apruebo Dignidad es “el candidato mas idóneo para acompañar a la Convención”, poniendo de ejemplo el escenario del plebiscito de salida, en que habrán “muchas acciones de política basada en mentiras y una campaña muy compleja y de gran crispación” y que con Gabriel Boric podría manejarse mejor este escenario.

Durante este periodo, el académico de la UTEM vislumbra un “Gobierno (liderado por José Antonio Kast) que toma partido por el rechazo y busca la forma de desplegar su definición de rechazo, porque no cree en la forma y el proceso”, pronosticando que el Ejecutivo podría “disponer de ministros y coordinación con sus parlamentarios para desarrollar acciones en contra de la nueva Constitución”.

En esta misma línea, Jiménez sostiene que Kast y gran parte del Congreso “se la jugarían por la opción rechazo”. “Esto en caso de que la redacción, tal cual se avizora, sería contraria a los intereses que representaría ese Gobierno. No sólo porque de entrada JAK se manifiesta contrario al cambio constitucional, sino porque la opción rechazo volvería a validar la Constitución del 80, que en su esencia, valida el modelo económico y no permite cambios al modelo”.

“Con Gabriel Boric será mas fácil”, asegura Rafael Pizarro. “Es más, este presidente daría un mayor realce al proceso. Se generará una relación mucho mas positiva y fluida entre Ejecutivo y Convención. No olvidemos que él fue parte del acuerdo de noviembre y defendió el Apruebo así como la misma Convención”.

“El escenario será más claro y habrá mas consenso”, agrega Jiménez ante un eventual gobierno de Apruebo Dignidad. “Sin embargo, algunos de los cambios transitorios y permanentes serán muy complejos de implementar, aun cuando cuente con el apoyo del Ejecutivo, como por ejemplo, pasar de un sistema presidencial a uno semipresencial o eliminar el Senado, cosas que están en plena discusión”.

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