¿Se puede devolver el IVA a familias más pobres? El proyecto de diputados UDI y sus posibilidades

Unos cuatro millones de hogares resultarían beneficiados por esta iniciativa, originada de una idea propuesta por Ricardo Lagos Escobar. Expertos analizan el proyecto, sus aspectos positivos y factibilidad técnica, y plantean que el salario ético sería una mejor opción.


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La pandemia golpeó duro económicamente a todos. El reciente informe publicado por el Banco Mundial da cuenta precisamente de dichas consecuencias.

En 2020, las familias, sobre todo de clase media, sufrieron pérdidas laborales provocando que el ingreso per cápita se redujera en promedio un 40%. Según el mismo informe, al menos un miembro del grupo familiar perdió su empleo a causa de la crisis sanitaria.

19% de las personas pasaron de la clase media a la vulnerabilidad, es decir, 2,3 millones de chilenos. La publicación también apunta a que la caída de personas de clase alta a media fue aproximadamente de 300 mil.

Debido a los perjuicios que ha sufrido la clase media es que en el Congreso Nacional se alzó la voz para aprobar un nuevo paquete de medidas económicas que buscan apoyar a los más afectados.

Los proyectos, el nuevo Bono Clase Media y el préstamo solidario para la protección de los ingresos de la clase media, ya fueron despachados y su postulación estará abierta en los próximos días.

Pero la pobreza sigue aumentado a pasos agigantados, considerando, además, que la pandemia no tiene fecha de término.

A mediados de diciembre del año pasado, un grupo de diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) presentó un proyecto al Gobierno que consiste en la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA), correspondiente al 19% de toda transacción, a las familias del 40% más vulnerable del país.

¿Qué ha pasado con dicha iniciativa? Sigue a la espera de ser tomada en cuenta por parte del Ejecutivo, que debe avalar el proyecto de acuerdo a la Constitución porque genera gasto público.

La medida, que podría beneficiar a cuatro millones de hogares según sus impulsores, abre el debate de expertos quienes consideran que, para hacerse realidad, se deben tomar en cuenta aspectos específicos a mediano y corto plazo, o ser reemplazada por otras propuestas.

¿Devolver el IVA? ¿Cómo?

Quien propuso originalmente esta idea fue el ex presidente Ricardo Lagos en 2019, sin éxito.

Ahora, sus principales resucitadores, los diputados UDI Jorge Alessandri y Guillermo Ramírez, se reunieron en primera instancia con la subsecretaria de Hacienda y con el Servicio de Impuestos Internos (SII) para presentarles la propuesta y avanzar en devoluciones vía transferencias directas de IVA a las personas más vulnerables.

Ramirez y Alessandri
Diputados Ramírez y Alessandri. BCN

Este año ocurrieron en Chile dos cambios importantes en materia de compras y documentos que jugarían a favor de este proyecto: en las boletas ahora se especifica el precio neto del IVA respecto a la compra total, permitiendo saber cuánto se gasta en impuestos, y la obligatoriedad en el comercio de usar boletas electrónicas.

“Una familia con ingresos de $350 mil mensuales gasta prácticamente $70 mil en IVA todos los meses. ¿Qué podría ser más justo que a esas personas el Estado al mes siguiente le devolviera esos $70 mil y aumente sus ingresos en un 20%? Es una transferencia directa, no queda la plata entrampada en la burocracia del Estado, le llega todo devuelta a ese contribuyente más vulnerable”, señaló Alessandri en El Mercurio.

Ramírez, por su parte, aseveró que para formular este proyecto han analizado distintos modelos.

«El proyecto de los diputados UDI es caro, tan caro como el salario ético. El problema del primero es que entre más gastas, los más pobres ganan menos, más le devuelven. En el salario ético, entre menos ganas más sube el monto a recibir.»

— Joseph Ramos, economista y profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.

“Estamos abiertos a ver todas las opciones mientras se mantenga el principio de hacer del IVA un impuesto progresivo. ¿Y si subimos el IVA tres puntos y usamos esa plata para entregarle $200 mil a cada chileno? Eso sería un IVA progresivo y una política que nos ayudaría a mejorar los índices de desigualdad”, afirmó.

Se estima que cada punto del IVA recauda $1.200 millones.

La pregunta es cómo se va a contabilizar cuánto gasta la gente. “La manera más fácil es simplemente suponer un porcentaje de ingresos y ya, y no venir a juntar boletas y entregarlas, un procedimiento que sería carísimo y complejo. ¿Cómo vamos a garantizar que la boleta que está entregando Juan Pérez es de Juan Pérez y no del vecino de al lado?”, apunta Joseph Ramos, economista y profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.

Para Jean Paul Quinteros, economista y director de Ingeniería Comercial de la Universidad Central (UCEN), la factibilidad de esta idea depende de dos aspectos fundamentales.

“En primer lugar, el Estado puede realizar gasto público en función de los ingresos que posee, por lo cual esta medida sería sostenible sólo de manera transitoria, ya que de lo contrario los ingresos fiscales disminuirían de forma permanente y de manera importante, considerando que el IVA representa más del 40% del ingreso tributario”, enfatiza.

“Por otro lado, la factibilidad técnica de implementarlo involucra tener plena certeza del nivel de consumo gravado en IVA que realiza cada persona, y a qué tramo social pertenece, para definirla como posible beneficiaria de la medida. Ahora bien, esa medida podría ir acompañada de un incremento a los impuestos a sectores más favorecidos socioeconómicamente, lo que compensaría la disminución de ingresos fiscales y mantendría la capacidad de gasto del Estado”, agrega.

El economista de la UCEN insiste en que la pregunta clave, si es que se llegara a implementar una medida así y sobre todo si busca ser permanente, es de qué forma el Estado recaudará dichos recursos sin recurrir al IVA, considerando el impacto en los ingresos tributarios.

¿Y si se refuerzan otras medidas ya existentes?

Cuando se dio a conocer esta propuesta, expertos y otros parlamentarios apuntaron a fortalecer otras medidas ya existentes como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o implementar un salario ético, que en la práctica significaría un aumento sustancial del salario mínimo.

“El IFE, por esencia, es una medida transitoria de subsidios condicionada a la situación socioeconómica de las familias. Por ende, funciona como una compensación de los efectos de la crisis. En cambio, mejorar el salario ético sería una medida permanente, y que no sólo tendría efectos inmediatos, sino que a mediano y largo plazo también, además de menos complicaciones técnicas de implementación que en el caso de la devolución del IVA, considerando que el sueldo promedio en Chile es de menos de $500 mil”, subraya Jean Paul Quinteros.

Para Joseph Ramos, elevar los ingresos de las familias más vulnerables se puede realizar a través de dos alternativas: devolviéndoles el IVA o subiendo sus ingresos.

Si la medida del salario ético se fijara en los $450 mil como el mínimo –el salario mínimo actual es de $320 mil–, tendría un costo de entre 2 mil y 3 mil millones de dólares.

“El proyecto de los diputados UDI es caro, tan caro como el salario ético. El problema del primero es que entre más gastas, los más pobres ganan menos, más le devuelven. En el salario ético, entre menos ganas más sube el monto a recibir. Ahí hay una diferencia entre ambos proyectos y en ese sentido me parece más atractivo el salario ético por esa modalidad”, afirma.

Para Ramos, no existe posibilidad de llevar a cabo el proyecto de devolución del IVA en la actualidad: “Veo que es una propuesta que quedará para las campañas presidenciales. Yo hoy no veo plata para esto, estamos hablando de varios miles de millones de dólares”.

Jean Paul Quinteros cree que, independiente de si sea atractiva esta medida o no, es necesario implementar acciones que contrarresten los efectos negativos de la crisis sanitaria: “Va más de un año bajo este contexto, lo que ha golpeado fuertemente la economía y la calidad de vida de los habitantes de nuestro país, por lo que esta situación se vuelve urgente”.

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