¿Por qué la vacuna contra el VIH ha demorado 40 años y la del covid-19 estuvo lista en uno?

A cuarenta años de los primeros contagios registrados de VIH aún no se ha podido dar con una vacuna que lo prevenga. Los ensayos clínicos de Moderna dan una luz de esperanza, sin embargo sus resultados son sólo preliminares.


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Cuando supo que se iba a vacunar contra el covid-19, Andrés, de 51 años, se puso feliz. Había estado esperando ese momento. Entremedio de la incertidumbre de la pandemia, por primera vez había algo seguro.

Sin embargo, pese a que sabía que la vacuna sería lo mejor para él y para todos, Andrés dice que también se sintió decepcionado y enojado con los laboratorios, porque en menos de un año habían logrado poner en circulación una vacuna, a diferencia de otras enfermedades. Principalmente, Andrés pensaba en el VIH, virus que lleva en su organismo hace casi 30 años.

Desde los primeros casos registrados en 1981, se estima que más de 75 millones de personas han contraído el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y más de 32 millones han fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el sida, según las últimas cifras del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, ONUSIDA.

Andrés es uno más de los casi 75 millones. Se contagió a principios de los 90, tenía 22 años y vio morir a varios de sus amigos durante la década de los ochenta, aún sin entender muy bien qué era lo que pasaba.

Hoy se mantiene estable gracias a un tratamiento antirretroviral. Confiesa que le gustaría que existiera una vacuna contra el VIH para prevenir futuros contagios y acusa discriminación por parte de los laboratorios.

“A veces pienso que como al comienzo el VIH fue tildado, hasta por la prensa, como ’el cáncer gay’, los laboratorios no se interesaron tanto en encontrar una vacuna, se conformaron con el tratamiento y listo. Porque yo me pregunto, ¿cómo en 40 años no iban a encontrarla? Se supone que han estado investigando, haciendo pruebas, pero ¿por qué en la del covid se demoraron un año y la del VIH todavía no llega? Es una súper buena noticia tener una vacuna contra el coronavirus, pero sería aún mejor tener una también contra el VIH”, comenta.

Para el inmunólogo, académico y director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Alejandro Afani, lo primero que hay que dejar en claro es que el VIH y el SARS-CoV-2 son dos virus completamente distintos: “No tienen nada que ver el uno con el otro, son de familias diferentes y el virus VIH tiene una característica que lo hace ser extremadamente complejo, mucho más que el virus SARS-CoV-2”.

Un ensayo clínico de Fase 1 realizado por la empresa estadounidense de biotecnología Moderna reveló que la vacuna que están desarrollando contra el VIH presentó un 97% de efectividad en la producción de anticuerpos. Son “resultados prometedores”, expresaron desde la farmacéutica, pero aún preliminares.

¿Por qué ha tardado tanto?

Según el Dr. Afani, la vacuna de Moderna no es el primero ni el único intento de vacuna contra el VIH que se ha trabajado desde que se conoce el virus.

Desde mediados de la década de los ochenta que varios laboratorios se encuentran buscando la fórmula necesaria para combatirlo. Sin embargo los resultados han demostrado muy baja eficacia, principalmente “por lo modelos de vacuna que se estaban utilizando”.

Como todo, las vacunas también han evolucionado. Desde que llegaron a América, por primera vez en el siglo XIX, las vacunas se han ido perfeccionando, acompañadas de nuevas investigaciones, conocimientos y nuevas tecnologías.

Mapa ViH
Mapa de la prevalencia del VIH en adultos en 2019. KFF

“Han aparecido los modelos de vacuna que utilizan vectores como los adenovirus 5, los adenovirus 26, o también los que usan ácido ribonucleico mensajero (RNAm), como lo han mostrado las vacunas de Moderna y de Pfizer. Entonces, se presentan nuevos modelos de vacuna que pueden ser de utilidad para el desarrollo de modelo de vacuna del VIH”, expone Afani.

La mayor complejidad que tiene el VIH, y la razón principal de por qué aún no se ha logrado dar con la vacuna, es que el virus de inmunodeficiencia humana tiene una “alta tasa de variabilidad genética”, detalla el inmunólogo.

“El virus cuando se divide se multiplica, y es frecuente que las enzimas que realizan esta multiplicación se equivoquen, produce mutaciones en las cadenas de RNA, que es el material genético del mismo, y eso hace que se produzca una variante”, explicó el infectólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Roberto Olivares, refiriéndose al SARS-CoV-2 el mes pasado.

«Esta variabilidad hace que las vacunas pierdan su eficacia. Sin embargo, eso no quiere decir que nunca vamos a encontrarla. Este modelo de vacuna de RNA mensajero y que usan vectores, utilizado en el covid-19, es un avance.»

— Alejandro Afani, inmunólogo, académico y director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

A la fecha, se estima que más de cuatro mil variantes del virus SARS-CoV-2 circulan en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso del VIH, la cantidad de variantes que ha desarrollado en cuarenta años es innumerable.

“Cuando tú generas una vacuna es relativamente específica a ese virus”, aclara el Dr. Afani. “Cuando se hizo la vacuna contra el SARS-CoV-2, se hizo a la cepa original. Ahora presenta otras variantes que pudieran tener o no cierto escape a la vacuna. Este es un tema que está en discusión, pero esa variación que tiene el SARS-CoV-2, en el VIH es altísima, producto del tiempo que lleva y todo lo que se ha multiplicado en el mundo, además que esta variación ocurre individualmente en una sola persona”.

Además, de los millones de variantes del VIH que existen en el mundo, también existe variabilidad genética dentro de un mismo individuo, poseyendo dentro de su propio organismo una infinita cantidad de variantes del virus.

“Esta variabilidad hace que las vacunas pierdan su eficacia. Sin embargo, eso no quiere decir que nunca vamos a encontrarla. Este modelo de vacuna de RNA mensajero y que usan vectores, utilizado en el covid-19, es un avance. No había antecedentes históricos de este modelo de vacuna utilizado en otras patologías y para otros patógenos, como el VIH. Entonces, se abre una puerta tecnológica importante y que da para que se siga avanzando en ese sentido”, argumenta el inmunólogo de la Universidad de Chile.

Controlar y erradicar el VIH

Actualmente, existen tratamientos para personas con VIH, lo que ha permitido que una enfermedad mortal se haya transformado en una enfermedad crónica. Andrés lo sabe bien. Desde que comenzó su tratamiento no ha tenido mayores problemas, pero le preocupa que a pesar de que el virus no se encuentra detectable en la sangre, siga estando en su organismo.

El tratamiento para el VIH consiste, mediante el consumo de medicamentos, en bajar la carga viral para que no se dañe o siga dañando el sistema inmunitario. La carga viral es la cantidad de VIH que hay en la sangre y que gracias al tratamiento puede ser tan baja hasta llegar a ser indetectable por las pruebas.

Sin embargo, que el virus no se pueda detectar no significa que ya no se encuentre en el cuerpo. El virus continúa en el organismo, escondido. “Si tú sacas el tratamiento, la persona volverá a formar virus, porque el virus se esconde en reservorios y en células”, precisa Alejandro Afani.

Es por esto que, hoy en día, además de las vacunas para combatir el contagio de VIH, se están desarrollando investigaciones para erradicar el virus. El objetivo es que no tan sólo no sea detectable por las pruebas, sino que sea completamente eliminado de aquellos reservorios y células en las que se esconde.

Una de las últimas investigaciones que se han realizado es la efectuada por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, quienes en febrero de este año publicaron haber identificado una potencial forma de erradicar la infección por VIH.

Según lo publicado en Science, los resultados preliminares de los investigadores arrojaron que existe un sistema de alarma natural en las células inmunitarias humanas que detecta la actividad de una proteína específica del VIH y que activa un programa de autodestrucción para eliminar la célula infectada.

“Este estudio sirve como guía para desarrollar nuevos medicamentos que tienen el potencial de eliminar el reservorio inactivo del VIH”, expresó Liang Shan, quien lidera la investigación.

Prevención: la madre de todas las batallas

“Lamentablemente nos hemos encontrado que una pandemia se ha visto invisibilizada por otra pandemia, que es la del covid-19”, expone el Dr. Afani. Para él, todo lo que acontece al VIH se ha visto opacado por lo ocurrido con el coronavirus, asegurando que si no se toman medidas ya “no nos vamos a encontrar con una ola de contagios de VIH, sino con un tsunami grande”.

En Chile se encuentran más de 74 mil personas, entre adultos y niños, viviendo con VIH. Según cifras del Ministerio de Salud (Minsal), entre enero y septiembre del 2020 se han informado 3.280 casos nuevos de personas con el virus. Una baja del 17% en las notificaciones, respecto al mismo periodo de 2019. Sin embargo, se estima que la disminución no se deba a un descenso en el número de contagios, sino que producto de la pandemia las personas acudieron en menor cantidad a realizarse el examen del VIH.

Campaña del Minsal sobre el VIH en 2020. MINSAL

Para el inmunólogo, hay que actuar mucho más rápido que antes: “Las medidas que se han tomado, como los confinamientos, han impedido que se realicen exámenes, que se haga más educación a los jóvenes y que se puedan implementar políticas públicas en torno al VIH”.

“Vamos a encontrarnos con un incremento importante de nuevos casos, después que pase esta pandemia, porque la actividad sexual ha seguido ocurriendo, especialmente en los jóvenes. Yo creo que es tapar el sol con un dedo pensar que las cuarentenas también han servido para las cuarentenas del VIH. Vamos a tener que retomar este tema rápidamente, una vez que se pueda tener un control de la pandemia del covid-19”, alerta.

Hoy en día, a pesar de que aún no existe una vacuna que prevenga el contagio, hay un tratamiento que impide el ataque del virus. El PrEP, la Profilaxis Preexposición, es un tratamiento preventivo, mediante el uso de tenofovir con emtricitabina en una sola tableta, que va en la misma línea que la vacuna de Moderna: evitar que el número de personas con VIH aumente.

“Ambas apuntan a lo mismo: la prevención. Por un lado, la vacuna previene la infección a través de la generación de anticuerpos neutralizantes, de respuesta inmunocelular, es decir de nuestra propia inmunidad. Y por otro, el PrEP impide que el virus se incorpore en las células y se pueda establecer en nuestro organismo”, explica el doctor.

Para el inmunólogo, lo importante es tener controlada la pandemia del VIH, que se masifiquen los modelos de prevención y que países que actualmente no tienen acceso al tratamiento puedan tener acceso a una vacuna lo más pronto posible.

“Hoy tenemos en el mundo alrededor de 40 millones de personas infectadas. Hay países, como los de África subsahariana, que no tienen acceso al tratamiento. Ahí es donde se encuentra más del 60% o 65% de los casos de VIH con una altísima mortalidad. Entonces, el que aparezca una vacuna eficaz y segura significa que vamos a poder frenar las nuevas infecciones y de esa manera controlar la pandemia”, asevera.

El Dr. Afani señala que a pesar de las buenas noticias de Moderna, siempre hay que ser prudente con estos estudios: “Estamos hablando de ensayos en Fase 1, que es una etapa muy preliminar. Es una noticia muy interesante, sobre todo por lo que aporta científicamente y por las perspectivas que se abren. Pero hay que ver cómo se comporta este modelo de vacuna. Por ejemplo, si se va a requerir una o dos, o tres dosis para poder generar una inmunidad. Hay que mirarla con cautela”.

Por su parte, Andrés continúa con su tratamiento esperando que lleguen nuevos modelos de prevención que ayuden a detener el aumento de VIH, sobre todo en población joven que últimamente ha tenido un aumento sostenible de contagio.

“Hay que esperar”, asegura el académico. “La vacuna no va a aparecer mañana ni pasado. La vacuna del VIH yo creo que no va a estar antes de cinco años. Es difícil que se pueda tener una vacuna eficaz y segura en menos de este tiempo”.

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